Descripción

El claustro o patio central organiza el espacio interior del conjunto con todas las estructuras construidas a su alrededor. En esta zona se han encontrado algunos fragmentos de la cerámica prehistórica más antigua, aunque no se puede afirmar que hubiera una ocupación tan remota.
Este espacio no coincide con la idea de un claustro ordenado y porticado típico de los monasterios, y el pavimento parece haber sido siempre muy irregular.

Cerca de las construcciones del norte del claustro se han localizado cuatro silos utilizados como vertederos en el siglo XV. Estos agujeros en la roca se usaban como almacenes, y el más grande podía contener alrededor de 18 m³ de grano (12.600 kg).

La escalera del fondo del claustro (zona noreste) conducía a un piso superior del edificio ya en época fundacional. Una reforma moderna varió su formaoriginal.

Los muros que cierran la habitación junto a la escalera son posteriores al siglo XV, cuando los monjes ya habían abandonado Bellpuig.
Todo el conjunto estaba rodeado por un muro que cerraba las construcciones del priorato. Este muro en la parte oeste afecta una zona de enterramientos, una área funeraria clausurada con materiales propios de los siglos XIII y XIV, por lo tanto, anterior al priorato.

Si nos dirigimos hacia el norte, al fondo del claustro, y nos acercamos al acceso entre la escalera y el edificio este, encontramos en el quicial izquierdo un relieve antropomorfo: unas cabezas humanas. Al lado de una de las caras hay dispuestas en columna tres cifras grabadas: 13, 3, 4. La tipografía parece reciente. La disposición de los números induce a pensar que posiblemente se trate de una cita bíblica (libro, capítulo y versículo). La investigación sobre esta combinación numérica podría corresponder a Levítico 13:3-41, que compara la lepra con la purificación de los pecados. Según la documentación, Bellpuig funcionó como lazareto durante ese episodio epidémico, y quizá alguien quiso dejar constancia de ello de esta forma.